La colaboración entre la diseñadora de moda francesa Isabel Marant y la escultora Emilie Faïf es algo más que una simple estrategia para subirse a la tendencia de las colaboraciones, es una declaración de principios que evidencia los vasos comunicantes entre arte y moda. En este sentido es natural que los escaparates de la diseñadora se hayan convertido en una galería perfecta para la escultora. Una estrecha colaboración iniciada en el año 2003, en la que ambos ámbitos se han retroalimentado y que nos ha dejado algunas instalaciones tan innovadoras como éstas en las que la escultora incorpora el movimiento.
Aunque el concepto del escaparate estático sigue siendo el más corriente en la actualidad, sobretodo por una cuestión de economía de recursos, es verdad que cada vez son más las propuestas que van abriendo nuevos caminos en el ámbito del escaparatismo, demostrando que a veces no hace falta tener un gran presupuesto para conseguir un escaparate innovador y que llame la atención. Este tipo de propuestas, que incorporan el movimiento en su diseño, están de alguna manera más en conexión con los tiempos actuales y se relacionan mejor con un entorno veloz y lleno de estímulos.
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