Sólo once películas, rodadas entre 1951 y 1956, y un Óscar a la mejor actriz, por su interpretación en The Country Girl (1954), fueron suficientes para que la vida de esta actriz americana convertida en Princesa de Mónaco al contraer matrimonio con el Príncipe Rainiero en 1956, se convirtiese en mito mucho antes de su trágico final en un accidente de coche en 1982. Momentos de esa vida de cuento de hadas se recogen en esta biografía de Donald Spoto que se presentó el pasado 30 de junio en la librería Antinous, donde realicé este escaparate de aires principescos con muchos metros de tul, rememorando la boda de la actriz con el príncipe y celebrando el casamiento de su hijo Alberto de Mónaco.
Su buen gusto a la hora de vestir siempre fue una de las características que, junto con su elegancia, le llevaron a ser considerada un icono de la moda, pudiéndose encontrar entre sus diseñadores predilectos a Dior, Balenciaga, Givenchy o Yves Saint Laurent. Una influencia que se ha mantenido a lo largo de décadas y que sin duda debe mucho a los estudios de Hollywood que, con los magníficos diseños de Edith Head y Helen Rose, crearon un personaje que transmitía un gran estilo y que ha perdurado en la gran pantalla, como podemos ver en esa recopilación con fragmentos de sus mejores películas.
Su buen gusto a la hora de vestir siempre fue una de las características que, junto con su elegancia, le llevaron a ser considerada un icono de la moda, pudiéndose encontrar entre sus diseñadores predilectos a Dior, Balenciaga, Givenchy o Yves Saint Laurent. Una influencia que se ha mantenido a lo largo de décadas y que sin duda debe mucho a los estudios de Hollywood que, con los magníficos diseños de Edith Head y Helen Rose, crearon un personaje que transmitía un gran estilo y que ha perdurado en la gran pantalla, como podemos ver en esa recopilación con fragmentos de sus mejores películas.
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