Bajo la atractiva forma de una galería de arte se esconde la nueva estrategia que la firma Loewe ha trazado para posicionarse doblemente en el Paseo de Gracia. Galería Loewe, a unas pocas calles de su tienda insignia de Barcelona, es un espacio dedicado a mostrar el legado histórico de la marca, la importancia del trabajo artesanal en sus complementos, y la calidad de sus diferentes acabados en piel y seda, como elementos clave de su esencia. Un concepto innovador que en parte es museo y en parte es showroom, a la manera de un centro de interpretación en el que las instalaciones interactivas desarrolladas por la productora boolab permiten al visitante acercarse a sus valores, convirtiendo este espacio en un gran escaparate.
En reconocimiento al prestigio adquirido por sus escaparates, y como documento de un equipo artístico que supo elevar esta disciplina a un nivel insólito en la España de los años cincuenta y sesenta, se puede ver uno de los escaparates producidos por la firma bajo la dirección del diseñador José Pérez de Rozas. El escaparate es la réplica de uno de los realizados en los años sesenta, y presenta un llamativo esquema que, en una mirada más atenta, resulta de lo más inquietante. Leopardos con rostro de mujer, expuestos en una jaula dorada cuyo fondo está forrado con la piel arrancada de estos animales, en un escaparate con un trasfondo de crítica que no pasa inadvertido.
Por último os dejo con un vídeo de los años sesenta que me fascina, en el que una mujer pasea a un leopardo por las calles de Londres como si fuese su mascota, encontrándose finalmente a una señora en el parque vistiendo un abrigo de leopardo. Y es que hay muchas veces en las que la realidad supera la ficción.