Ha vuelto otra vez la feria The Brandery en su edición de invierno, cumpliendo con su segundo año de existencia y con el lema Chances for changes, que hace alusión a las oportunidades de negocio que se pueden generar en una feria de este tipo. Si bien el número de expositores en su cuarta edición se ha visto reducido respecto a la anterior, cabe destacar muy positivamente el intento de diversificar la feria ofreciendo diferentes propuestas, como por ejemplo el área Fashion and Living. Una exposición de objetos cotidianos creados por diseñadores de moda que muestra la tendencia a explotar la propia marca en otros ámbitos como el diseño de mobiliario, un fenómeno que confirma que el diseño de interiores siempre ha ido a remolque de las tendencias en la moda.
Esta transgresión de la moda a otros ámbitos, como el diseño industrial también viene siendo muy común en las estrategias de marketing de las marcas, que han visto una gran oportunidad de negocio al asociar su nombre a productos afines al gusto de sus consumidores, como por ejemplo el diseño de botellas en edición limitada. O también el caso de Lacoste Lab que, reviviendo los orígenes de su fundador como inventor y diseñador de productos relacionados con el deporte, ha presentado una serie de diseños en los que prima la innovación tecnológica.
En cuanto a el montaje de los stands de las marcas participantes, ésta ha sido una edición marcada por la crisis, en la que la creatividad en el diseño no ha dado muchas sorpresas, pero donde al menos sí se han podido ver propuestas interesantes en aquellos que, a modo de escaparate, han presentado algunas de las escuelas de diseño más relevantes de Barcelona en el espacio On the store front, promocionando a los futuros profesionales del sector.
Otra de las novedades para esta edición ha sido The Brandery Catwalk, una pasarela en la que los visitantes han podido ver desfiles de las nuevas colecciones de las principales marcas presentes en la feria. En esta pasarela se estrenó la colección MAN´PH de la firma italiana Phard, que presentaba su primera colección para hombre y cuyo escaparate se llevó el premio de Windows on the move. Un concurso lanzado por la feria para que las tiendas participantes rediseñasen sus escaparates con elementos que incorporasen movimiento. Una buena manera de implicar a los retailers de la ciudad en esta feria que poco a poco va demostrando que sabe renovarse y encontrar su lugar.