Guardadas en un almacén durante más de cincuenta años, las fotografías de la pintora mexicana por antonomasia volvieron a ver la luz en el 2009 para formar parte de su casa-museo. Un legado de seis mil fotografías pertenecientes al álbum privado de Frida Kahlo y de las que cuatrocientas fueron seleccionadas para ser incluidas en el libro Frida Kahlo: sus fotos. Este libro, publicado por Editorial RM (editorial consagrada a la difusión de la literatura y el arte moderno mexicano) y con la colaboración del Museo Frida Kahlo, no es tan solo una recopilación de fotos de la pintora, sino que se trata de un álbum de recuerdos de su familia y el importante círculo de artistas y personajes que pasaron por su vida.
Aparador en una calle de Detroit (1931) es el cuadro inspirado en un escaparate con motivos patrióticos para celebrar el cuatro de julio que la pintora vio en una tienda abandonada de Detroit. Años más tarde, al recordar el cuadro se refirió al mismo como "un cuadro muy feo que me da mucha tristeza cuando lo veo, de un escaparate con muchas cosas dentro". No sabemos si lo que le provocaba tristeza era la calidad pictórica del cuadro, el escaparate en sí o el tema de esta naturaleza muerta alegórica sobre los Estados Unidos, ni tampoco sabremos lo que habría opinado sobre el editorial que la revista Vogue México fotografió en la Casa Azul (Museo Frida Kahlo) inspirándose en su figura, pero a mí sí que me gusta.