Uno de los efectos colaterales de la globalización es que, ni siquiera en Japón, se puede escapar al espíritu navideño y todo lo que eso significa: árboles adornados con guirnaldas brillantes, luces de colores, imágenes de Santa Claus, etc. Reconozco que profesionalmente no es uno de mis temas favoritos porque cuesta bastante salir de un imaginario muy establecido. En este sentido me gusta mucho la colaboración de la cadena japonesa de grandes almacenes Daimaru junto al artista británico Rob Ryan porque enlaza muy bien la tradición occidental de la Navidad con otra tradición japonesa como la del Tanabata, festividad durante la cual se escriben deseos en forma de poema que se cuelgan de árboles de bambú.
Bajo el concepto de Smile Station se ha creado un espacio dentro de los grandes almacenes en el que los visitantes pueden descansar un rato de las compras de Navidad, escribiendo un deseo en una de las tarjetas que pueden colgar del árbol de Navidad montado con este motivo, adquiriendo felicitaciones de Navidad, costumizando los regalos con una de las bolsas diseñadas por Rob Ryan, o bien posando en el photocall instalado para la ocasión. También se pueden ver en los plafones de este espacio, algunas fotografías de este barbudo artista del papercut en su estudio, al que presentan, en un juego de similitudes, trabajando en su Rob's Workroom como si fuese Santa Claus en su taller.
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